Vientos silenciosos
llevan mis gritos
en la noche oscura...
Horizontes negros
están al acecho,
más allá de la niebla
y la sombra;
el dolor
y la desesperación
se extienden
despacio,
en su fallecimiento...
Nada está seguro,
pero el dolor
como la noche,
se acerca,
el sufrimiento seguirá,
rodeado por esta,
callada niebla.
No obtengo significado
a esta vida insoportable.
La vida es nada más
que un instrumento
de tormento interior.
Mi alma que se marchita,
se desliza a su fin...
Ahora es tiempo de morir.
Mi mañana... ¿Renacer o volverme a morir?
Odiado diario, no me pidas volver!