
Empiezo a escribir
y mis dedos explotan
las lágrimas escurren,
lastimera silueta que nace
en lo más profundo de mi conciencia,
aparece un instante
y al siguiente,
en el horizonte se pierde.
En la espesura de mis venas,
se oyen silencios,
donde antes entonaban vida,
la sangre fluye
y el dolor es más fuerte,
el corazón se incrusta
en la carne del deseo
y yo le vuelvo mi cara.
Sigo con mis pasos,
soy presa de la inercia,
pisoteo la senda del miedo
y pierdo mi cabeza,
solo otra vez me quedo
y me arrastro por los confines de la duda,
sólo me pierdo
y ya sin aliento ni vida
de nuevo muerto me encuentro.
Incontables veces te veo,
trastocas este sueño
y te llevas mis sentidos,
tropiezo conmigo
y me disgusta lo que veo,
sueño que estoy despierto
y otra vez te sueño.
Mi labio esboza un gesto,
una sonrisa,
mi dorso se muestra desnudo
y yo lo pateo,
araño mi frente
y pisoteo mi lengua,
mis ojos se enciende,
abro mi vida,
respiro otra vez,
vuelve mi cabeza,
miro mi techo
y en silencio me quedo.
Tan lejos de mi reflejo en tus ojos