Amo la oscuridad de tus bellos ojos,
Amo tu voz tenue y mágica.
Amo todo lo que hay en ti.
Oh! Dulce Reina, oh! dulce beldad,
mas si no estás, todo es gris.
Y sin embargo, aún en tu ausencia
ámame con ternura,
aun si soy un maldito ingrato,
aun si perdido me encuentre.
Sé mi madre,
sé mi hermana,
sé mi amante
La eterna dulzura del invierno,
de un sol ahogado y sepultado.
Enamorado de tus ojos ciertos
muero por vivir en un beso tuyo.