jueves, 9 de septiembre de 2010

Decadencia (Cap III)





Bajé al Infierno...

Al tercer día resucité de entre los muertos;
pero no quiero sentarme
ni a diestra ni a siniestra
de Dios Padre Todo Poderoso.

Bajé al Infierno...

Al tercer día resucité de entre los muertos;
Dios no me quiere,
ni a diestra ni a siniestra.

Condenado a tus ojos ciertos,
condenado a pronunciar tu nombre
como si fuese la oración que redime mis sueños.
Un día olvidaré mis manos inertes,
frías piedras en las noches del desierto,
para volcarme en tu nombre
y ser la parte amarga de tus huesos.

De tanto amarte, en mi nefasta conciencia,
un día bajaré al Infierno de tu mano
pero no habrá tercer día,
ni resurrección, ni otra maldita condena.

Dios me hizo un hombre libre
y confinó mi libertad
a la tibieza agobiante de tu sexo.
Dios te hizo malditamente bella.

No hay comentarios: