martes, 27 de marzo de 2012

Acoraza mi Corazón, Luna

Se acabó la calurosa tarde;
tu gran bahía y tu clamor; la charla
con tu madre iluminada
que nos brindaba un té lleno de tarde.

Se acabó todo al fin: las vacaciones,
tu obediencia de pechos, tu manera
de pedirme que no me vaya fuera.

Y se acabó el diminutivo, para
mi mayoría en el dolor sin fin,
y nuestro haber nacido así sin causa.

jueves, 22 de marzo de 2012