Siento el contacto de mi piel
con los alisos.
Que son mudos testigos,
de tus abrazos.
Tal vez estaba predestinado para mí
caminar, a través de tus bosques,
ahogado en la penumbra
hasta el final de mis días.
caminar, a través de tus bosques,
ahogado en la penumbra
hasta el final de mis días.
Correr cada mañana,
a tu chimenea
para encender mi fuego
y arder, tenaz en tu mirada.
Mirarme en el vestigio del rocío,
de la húmeda hierva
y seguirte, enredado a tus pies.
Lo veo todo, en sueños.
El viento, de verano
la aurora, de otoño
la primera lluvia, de invierno
el resplandor, de primavera.
Y mi desvanecimiento,
en tu boca.
1 comentario:
Hermosas letras,
tienes mucho talento!!
Paz&amor y una feliz navidad y feliz 2011, lleno de luz, amor y verdad
Isaac
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