lunes, 13 de diciembre de 2010

Donde Termina el Horizonte




Siento el contacto de mi piel
con los alisos.
Que son mudos testigos,
de tus abrazos.

Tal vez estaba predestinado para mí
caminar, a través de tus bosques,
ahogado en la penumbra
hasta el final de mis días.

Correr cada mañana,
a tu chimenea
para encender mi fuego
y arder, tenaz en tu mirada.

Mirarme en el vestigio del rocío,
de la húmeda hierva
y seguirte, enredado a tus pies.

Lo veo todo, en sueños.
El viento, de verano
la aurora, de otoño
la primera lluvia, de invierno
el resplandor, de primavera.

Y mi desvanecimiento,
en tu boca.

1 comentario:

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Hermosas letras,
tienes mucho talento!!

Paz&amor y una feliz navidad y feliz 2011, lleno de luz, amor y verdad

Isaac