martes, 10 de enero de 2012

Lamentos...


Puesta de sol de invierno, tu olor marchita el viento
me hechiza con tus venenosas rimas muertas
y cada suspiro enciende deseos perdidos.

Como un viento que nunca ha volado
murmuro en la ladera de la sierra
al pie de las sombras blancas,
en la salida de la luna.
Tallando el tiempo en piedras negras.

Lamentos…

Insondable llanto me brota
tras las cortinas de niebla
a la mañana del sol, pintor de mentiras.

Así que huí de las apariencias y razones
de los paisajes sin estrellas
y los sueños equivocados y maquillados.

¡Voy a seguir llorando a orillas del río!

¿Cuánto tiempo más, el silencio me conducirá
a un amanecer teñido en púrpura sangre?

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