Se acabó la calurosa tarde;
tu gran bahía y tu clamor; la charla
con tu madre iluminada
que nos brindaba un té lleno de tarde.
tu gran bahía y tu clamor; la charla
con tu madre iluminada
que nos brindaba un té lleno de tarde.
Se acabó todo al fin: las vacaciones,
tu obediencia de pechos, tu manera
de pedirme que no me vaya fuera.
Y se acabó el diminutivo, para
mi mayoría en el dolor sin fin,
y nuestro haber nacido así sin causa.
3 comentarios:
Hace mucho que no pasaba por aquí. Este poema me recuerda a algunos de mis temores.
Sabes, deberías publicar un poemario.
Gracias por tu visita, en verdad estoy pensando seriamente publicar algo.... Ya veremos.
uhh hace mil años que no venia y parece que tenemos una nueva portada!
que bonito dejaste el blog! :3
y que hermoso estas escribiendo, te felicito! me alegra que sigas mejorando :)
Publicar un comentario