Escucha mi voz, que canta desde su fosa;
escucha trepar hasta tu cuello
mi voz agria y falsa.
Malsana balada que me brota
tan cruel, como tus negros ojos.
Escucha esta canción, hecha para ti
hurga en tus manos, amada mía,
mi perfume de insomnio.
En tus labios rojos,
la dulzura martirizante de mis besos
la angustia hecha escarcha.
Siénteme, amada mía,
hoy que agonizo de auroras,
que embriagado en melancolía
deambulo incesante,
tan lejano, crápula y fantasmal.
Irreconocible ante tus manos cariñosas.
Amada mía,
Escucha mi canto,
mi voz agria y falsa.
Malsana balada que me brota
tan cruel, como tus negros ojos.
6 comentarios:
Genial!!!!
creo que ya estás para publicar ah! :)
Pedro R. M.
Más bien creo Pedrito que falta mucho!
Gracias por estar siempre ahí!
Embriagado de amor y de locura, Tobro!!
Beso!
Me han impresionado tus versos por todos los sentimientos tan intensos que transmiten...
Me alegro de haber pasado a saludarte y agradecer tu visita a mi blog!
Un saludo!
Que triste saber que uno está,pero no se reconoce, entre las manos cariñosas de aquella persona tan amada. En mi caso, manos manchadas con pintura.
Me encantan tus escritos, me voy a quedar acá.
Saludos, Celeste.
Que linda, gracias Celeste!!
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