miércoles, 23 de mayo de 2007

† A mi Inspiración Esclavizada y mi Alma Desahuciada †


Hoy para nada tengo un deseo, sólo un sueño o ilusión forjada por vertientes de incrédulos sodomitas que se desplazan a la legión arterial del presunto implicado, sin embargo, profanador de tumultos y elevador de conciertos enfermos.
La serenidad de una alma ha sido aplastada; más y miles de palabras se dicen y dice ¿para qué? no hay razón alguna para la tregua, entre el corazón y la sombra que cómo cáncer se propaga por el alma estéril de toda compasión y credulidad, seguir una ofensa profana y castigar a un insulso corazón con sales de tu miel amarga, como bestia que lamen las heridas secas de los puñales atrasados, una nueva fecha sin mentiras, falacias que se han dictado... ¿Para qué? Egoísmo! palabras que se lleva el viento, sentimientos que jamás perduran, el humano y su ego crédulo de sí mismos, cuántas veces te perdoné sin ver, cuántas veces te amé sin fe, cuántas noches te lloré sin sentir, acaso leyes que dicen santa y señores que se elevan para dictar la castidad, simplemente egoísmo nato de humanos corrompidos... Sirve caso alguno; enredarte cómo víbora por el tronco más ancho y duro, si es así mendigo de lápidas quiero ser.
No sirve ser quien se es pues no se es nada, no sirve ser quien no eres pues mal gasta insano corazón podrido de esquizofrenias estéticas de miradas ajenas, dime una vez más, que herida es la más cruda en mi cuerpo, una vez más parto mi fe y lloro mis llagas, mientras reptiles comen mi parte reseca de ausencia y los insectos chupan mi sangre podrida. Llorar no importa, sentir no significa, reivindicarse no fluctúa y entonces la monotonía se hace una manera de saldar cuentas. ¿Pero recuerdas? nunca olvido... Nunca saldo cuentas, siempre las guardaré para el día del juicio divino y trazaré con mi dedo una cruz en mi pecho, para tu salvación y para mi condena, mi alma partida en mierda corrompida se baña día con día, mis dedos acarician la basura y mi corazón segrega cientos de pusilánimes órganos podridos, por salvar tu vida que no es más la mía ni la mía es más mía.
Pecadores de tierras extremas y concilios ajenos, por que se puede ser quien eres y nunca poder tocar el cielo con tu mano; más condena no se puede pagar que vivir en tierra de nadie a la sombra de todos y de ti; cómo sirviente de huesos y chupador de testículos, insultado y humillado el hombre quien les escribe ahora, se condena así mismo a unas cadenas de inferioridad y aun tapa bocas que calle su penosa voz como clavos de oro que sellan sus pestilentes labios.
En la mazmorra errática de un Castillo abandonado como la piel de una serpiente cambia, él; yace inconsciente entre los concientes y no importa algún irónico sueño más que sacie una sed incomprendida como un pensamiento chocado en las minas de Salomón. Sin embargo a quien le importa rescatara a este Imbécil, ¿quién se preocupa más por él? aquellos que dicen hacerlo, son verdugos que entierran con gracia y bailes de fétida alegría una lanza en cada articulación, son aquellas que cantan cómo sirenas las que muerden su piel y rasgan su parte con ferocidad.
Así mismo por que habría de seguir en pie el señor que todo da, solo recibir justo castigo por pecador... ¡oh! alguien recuerda... ¿Alguien sabe cuál es su pecado?... los sirvientes callan, los verdugos huyen, las sirenas se esconden... la soledad vuelve y consigo las heridas supuran pero nunca sanan... pecador será por los días sin tiempo y los años sin vida. Persiguiendo un falso sueño por la época del hoy. Sólo un pecado... sólo un llanto en silencio sin Amor. Por que la condena empieza y yo terminé de escribir una vez más.

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